Las ventajas de estar malita son muchas, hay veces que casi te apetece cogerte un buen catarro para que te mimen y te cuiden mucho en casa. Estos días todos han estado al retortero con Anuski y conmigo. Anuski porque se rebano un dedito en el trabajo y conmigo porque me acaban de quitar 2 muelas del juicio. Así que nuestra casa ha sido un ir y venir de atenciones, comencemos:
1- Todo el mundo te pregunta cómo estás
2- Te llaman por apodos cariñosos como «moki», «mi chica», «la pobrina»…
3- Te dejan tumbarriarte en sofá con la manta mas abriga y el mando.
4- Te ponen cositas suaves para comer; una tortillilla, pescadito cocido, zumitos, colacadillo con miel….
5- Estas tooooodo el día con el pijama y todo el día es 24 horas seguidas.
6- Y sobre todo estas tooodo el día sin sostén jejeje; no ponerte el sostén durante todo un día es el mejor síntoma de que estas mala mala de verdad. Y aquí no cabe debate porque bien sabéis que es cierto.
Los medicamentos te alivian pero estaréis conmigo que el mejor de los remedios es ver a tu amatxu acudir a la llamada que desde el sofá le haces con vocecilla de pena «mami veeeen», aunque solo sea para que te contemple.
Dios mío, la 6ª me ha matado… jajajajajajajajajaja!!!!
Pues yo soy un enfermo porque siempre voy sin sostén.