Siglo IV. Egipto bajo el imperio romano. Las violentas revueltas religiosas en las calles de Alejandría alcanzan su legendaria biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del Mundo Antiguo con la ayuda de sus discípulos. Entre ellos, os dos hombres que se disputan su corazón: Orestes y el joven esclavo Davo, que se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos.
Tal y como nos narra la sipnosis nos imaginamos una superproducción con efectos especiales, grandes luchas, momentos de acción y otros de pasión…. nos imaginamos una película digna de Raquel Weitz, una actriz consagrada y admirada. Pues de todo lo que pensemos; LO CONTRARIO. Son 2 horas interminables, en las que te aburres porque en ningún momento te engancha la historia. No le saca miga al entramado amoroso que es lo único que merece la pena de toda la historia, lo demás se resume en una clase de filosofía en la que no llegas a ninguna conclusión. Personalmente me quedaría con los últimos 20 minutos y por supuesto con la escena del pañuelo y la sangre, porque ¡madre mía, te quedas con la boca abierta!. Ágora lleva un marketing y promoción potentes, nada más.
Vayan ustedes al cine pero les recomiendo que elijan otra película.
Marta tiene un Marcapasos 